Mantenga buenos hábitos y no responda a enlaces en correos electrónicos no solicitados o en Facebook.
No abra adjuntos de correos electrónicos no solicitados.
Proteja sus contraseñas y no las revele a nadie.
No proporcione información confidencial a nadie por teléfono, en persona o a través del correo electrónico.
Compruebe la URL del sitio (dirección web). En muchos casos de phishing, la dirección web puede parecer legítima, pero la URL puede estar mal escrita o el dominio puede ser diferente (.com cuando debería ser .gov).
Mantenga actualizado su navegador y aplique los parches de seguridad.